domingo, 17 de enero de 2010

Algún día tenía que pegarme por fin cuán cerca está mi nueva realidad. En realidad, empezaba a preguntarme cuánto más iba a parecerme esto tan natural. No me malinterpreten, sigo estando igual de contenta acerca de irme de acá a otra ciudad, conocer gente nueva y vivir toda una experiencia diferente, pero hoy cuando mi mamá me habló de fijar fechas para la mudanza, las fichas que se encontraban en stand by empezaron a pesar. Todo va a cambiar y mi entusiasmo por liberarme de esta fucking ciudad con su puto pasado y lo que eso conlleva me hizo bloquear la otra parte, el hecho de que no dejo solo lo malo, sino que la mayoría de las cosas buenas también se quedan acá. Cómo hago sin mis amigas? A pesar de que me vaya con una de ellas y con mi hermana me petrifica pensar qué va a pasar con las demás. No quiero dejarlas, son literalmente como mi familia, que es lo único que vale la pena y por lo que podría dejar lo que sea. La verdad es que aunque cueste admitirlo, por más que nos juremos mil veces que las cosas no van a cambiar, todo cambia, y el hecho de que estemos a kilómetros de distancia hace el cambio más acelerado, con lo poco que me gustan los cambios! Y es justamente por esto, porque nunca se sabe si pesa más lo que viene o lo que se 'deja' atrás. A pesar de todo, tengo fé en personas que se que nunca se van a ir de mi vida. Nunca. No hablo de mi papá, a quien voy a extrañar como a nadie, o de mi mamá o mi familia, sino esos lazos que parecen de oro pero lamentablemente pueden desgastarse más fácilmente. Como dije, hay gente que tengo la certeza que va a seguir conmigo recorriendo el camino junto a mí, haga lo que haga de mi vida, en cualquier desición que tome, aunque no pueda verla todos los días, aunque tal vez no estén cuando necesite un abrazo o cuando necesite desesperadamente un pijama party como solo nosotras sabemos hacer. Aunque no estén físicamente, sé que van a seguir ahí de la misma forma que yo voy a estar para ellas, y así al momento en que podamos dejar el msn y el celular de lado y reencontrarnos cada determinados lapsos de tiempo, nada va a cambiar, y voy a seguir sintiendo esa misma sensación de comodidad que vine sintiendo hasta ahora, porque como una vez leí por ahí, la verdadera amistad no es ser inseparables, estar estar separados y que nada cambie.

jueves, 7 de enero de 2010



Después de interminables días de insoportable calor, hoy, siendo las 2:36 de la mañana, el señor Aire Fresco se dignó a entrar por la ventana. Ameritaba una subida, no? Tal vez empiece a usar esta cosa de nuevo...